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La Mejor Tarta de Oreo

Actualizado: 7 nov

Tiempo de elaboración: 1h

Dificultad: Media

16 personas aprox.


tarta de oreo

Hay postres que marcan un antes y un después. Esos que, desde el primer bocado, te transportan a un momento de pura felicidad, donde el tiempo parece detenerse y lo único que existe es el sabor. La Tarta de Oreo pertenece, sin duda, a esa categoría. Su fama ha cruzado fronteras, generaciones y modas, convirtiéndose en un clásico moderno de la repostería mundial. Pero hay una diferencia entre una buena tarta y la mejor tarta de Oreo: el equilibrio perfecto entre el sabor a galleta, el toque cremoso del relleno y la textura firme pero sedosa que se deshace en la boca.


En esta receta vamos a preparar la mejor Tarta de Oreo, una versión pensada para enamorar a cualquier amante del chocolate, donde cada capa ha sido diseñada para que los sabores se complementen con armonía y elegancia. La base crujiente de galleta, la crema suave de queso y chocolate blanco, y la cobertura brillante de chocolate con leche se funden en un conjunto irresistible. No es solo un postre: es un homenaje a la dulzura, la textura y el placer.


La Oreo, esa galleta negra con relleno blanco que todos conocemos desde la infancia, ha sido desde hace décadas una de las más versátiles en la cocina. Desde batidos hasta tartas frías, su sabor único combina a la perfección con cremas, chocolates y quesos. Su toque amargo equilibra los sabores dulces, haciendo que los postres no resulten empalagosos, sino irresistiblemente equilibrados. Y cuando decidimos hacer una tarta fría de Oreo, lo que buscamos es precisamente eso: un postre de contraste, con capas que se diferencian entre sí pero se complementan al unirse en el paladar.


En esta versión, la base está hecha con galleta triturada y mantequilla derretida, consiguiendo una textura crujiente y firme, pero con ese punto de sabor a cacao intenso que solo las Oreo pueden ofrecer. La crema central, por su parte, combina queso crema, nata y chocolate blanco, logrando una suavidad aterciopelada que se derrite lentamente en la boca. Y, para coronar, una cobertura de chocolate con leche que sella el conjunto con un brillo irresistible.


Lo mejor de esta receta es que no necesita horno, lo que la convierte en la opción perfecta para preparar con tiempo, sin complicaciones y con un resultado espectacular. Solo necesitarás un poco de paciencia, dejar que la tarta repose en frío y disfrutar del momento mágico de desmoldarla, cuando aparece ese contraste de colores y texturas tan característico: el negro de la galleta, el blanco de la crema, y el marrón brillante del chocolate fundido.


Esta Tarta de Oreo es ideal para cualquier ocasión: un cumpleaños, una comida familiar, una cena especial o simplemente para sorprender a alguien con algo dulce y casero. Su aspecto elegante y su sabor intenso la convierten en un postre digno de las mejores pastelerías, pero con el encanto de lo hecho en casa. Porque el verdadero secreto de una buena tarta no está en los ingredientes caros o en las técnicas complicadas, sino en el cuidado, el detalle y el equilibrio de cada paso.


Hacer esta tarta es, además, una experiencia en sí misma. Desde el momento en que separas las galletas, derrites la mantequilla y mezclas los ingredientes, el ambiente de la cocina se llena de ese aroma inconfundible a cacao y chocolate derretido que anuncia que algo muy especial está en camino. Cuando la base se enfría en la nevera y la crema empieza a tomar forma, la emoción crece: sabes que dentro de unas horas tendrás un postre de los que conquistan.


Y es que, si hay algo que define a esta receta, es la textura. La base firme, la crema suave, los trozos de galleta que se encuentran en cada bocado… todo ha sido pensado para que cada cucharada tenga una combinación perfecta de crujiente y cremoso. La nata montada, el queso crema y el chocolate blanco se funden en una mezcla densa y aireada a la vez, donde la dulzura se equilibra con el punto amargo de las galletas.


Otro detalle que marca la diferencia es el uso del chocolate blanco derretido dentro de la crema. Este ingrediente no solo aporta dulzura, sino también una textura más firme y sedosa, que ayuda a que la tarta mantenga su forma sin necesidad de gelatina. Además, al combinarlo con Oreo trituradas, conseguimos ese toque característico de motas oscuras que le da un aspecto artesanal y delicioso.


En la parte superior, la cobertura de chocolate con leche es el broche final. Su brillo y suavidad contrastan con la textura de la crema y la base. Y si, además, la decoras con galletas trituradas o trozos enteros de Oreo, el resultado será una presentación digna de cualquier escaparate de pastelería.


Este postre, además, se conserva perfectamente en la nevera durante varios días, lo que lo hace ideal para prepararlo con antelación y disfrutarlo sin prisas. Su sabor incluso mejora con las horas, ya que los ingredientes se asientan y los aromas se integran, dando como resultado una tarta aún más sabrosa.


Hacer La Mejor Tarta de Oreo también es una manera de rendir homenaje a los postres clásicos reinventados. En los últimos años, las tartas frías y sin horno se han convertido en una tendencia que mezcla lo tradicional con lo moderno. Esta receta une ambos mundos: la técnica sencilla y casera con el resultado profesional y elegante.


Cada cucharada de esta tarta es una experiencia completa: primero el sabor dulce y cremoso del queso y el chocolate, luego el crujido sutil de las galletas, y finalmente el toque suave y fundente del chocolate con leche. Todo ello con el aroma característico de la Oreo, que lo impregna todo con su mezcla perfecta de cacao y vainilla.


Y aunque su elaboración requiere varios pasos, cada uno es sencillo y gratificante. Desde triturar las galletas hasta montar la crema, cada fase tiene su encanto. Incluso el momento de la espera, mientras reposa en la nevera, forma parte del ritual: el placer anticipado de saber que estás a punto de disfrutar uno de los postres más irresistibles que existen.


La tarta de Oreo casera no solo es deliciosa, sino también visualmente impactante. Su apariencia bicolor, sus capas perfectamente definidas y su cobertura brillante hacen que nadie pueda resistirse a probarla. Si la presentas en una mesa, verás cómo las miradas se dirigen automáticamente hacia ella. Y cuando se corta la primera porción, ese sonido suave de la base al separarse del molde confirma que ha quedado perfecta.


Cada elemento de esta receta tiene una razón de ser:


  • La mantequilla derretida que une la galleta y crea una base sólida.

  • El queso crema que aporta densidad y suavidad.

  • La nata que da volumen y cremosidad.

  • El chocolate blanco y con leche, responsables del dulzor equilibrado y el acabado brillante.

  • Y, por supuesto, las galletas Oreo, las verdaderas protagonistas, que impregnan cada capa con su sabor inconfundible.


Al final, esta tarta representa todo lo que amamos de los postres: sabor, textura, aroma y presentación. Pero sobre todo, transmite placer y nostalgia, porque cada bocado nos recuerda que los mejores momentos suelen estar acompañados de algo dulce.

Así que si quieres sorprender a tus invitados, celebrar un día especial o simplemente darte un capricho, La Mejor Tarta de Oreo es la opción perfecta. No hay paladar que se le resista, ni edad que no caiga rendida ante su encanto. Su sabor es tan universal como su fama, y su facilidad de preparación hace que cualquiera pueda sentirse chef por un día.


No importa si eres principiante en la repostería o un experto: seguir esta receta te asegurará un resultado impecable. Solo necesitas buenos ingredientes, tiempo y cariño, tres elementos que siempre garantizan un gran postre.


Prepárate para disfrutar de una experiencia única, donde cada cucharada te recordará por qué la combinación de galleta y crema es una de las más exitosas de la historia. Esta es, sin duda, la mejor versión casera que puedes hacer de la Tarta de Oreo.


¿Listo para probarla? 👇 Todas las recetas incluyen su información nutricional al final, para que disfrutes conociendo lo que comes.



INGREDIENTES:


· 80g de mantequilla

· 750g de oreo (65 galletas)

· 475ml de nata para montar (35%)

· 350g de chocolate blanco

· 600g de queso crema

· 150g de chocolate con leche



ELABORACIÓN:


1- Empezamos derritiendo la mantequilla y mientras vamos a separar las galletas de la crema hasta tener unos 150g (unas 30 galletas) de pura galleta y le añadiremos 5 oreo enteras (la crema sobrante la usaremos después) . Ahora lo trituramos bien y mezclamos las galletas con la mantequilla para luego pasarlo a nuestro molde con papel de horno en la base y lo aplastamos bien, dejamos reposar en la nevera.


2- A continuación derretimos el chocolate blanco. Mientras se enfría vamos a picar en trozos 200g de oreo (unas 20) y trituraremos otra vez 8 galletas.


3- Ahora vamos a mezclar el queso crema con 400ml de la nata, el chocolate blanco y las oreo trituradas anteriormente. Cuando tengamos una crema espesa añadiremos las galletas picadas i lo integraremos todo bien.


4- Una vez echa la crema, sacamos el molde con la base de la nevera y vertemos nuestra mezcla cuidadosamente. Tapamos con film y lo devolvemos al frigorífico mínimo 5h.


5- Una vez enfriada la tarta, llevamos a un cazo a fuego bajo o al microondas el chocolate con leche con 75ml de la nata para así tener nuestra cobertura.


6- DECORACIÓN: Extendemos nuestra cobertura por encima de la tarta y a continuación para decorarla yo le he espolvoreado 2 oreo trituradas y he decorado los bordes con 4 galletas partidas a la mitad. Ya podemos disfrutar de nuestra:



INFORMACIÓN NUTRICIONAL:

Por 100g

  • Calorías: 430 kcal

  • Proteínas: 4.2 g

  • Carbohidratos: 39 g

  • Grasas: 29 g




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