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Cookies de Chocolate

Actualizado: hace 20 horas

Tiempo de elaboración: 1h y 30min

Dificultad: Fácil

16 unidades aprox.


Cookies de Chocolate

Las cookies de chocolate

caseras son uno de esos pequeños placeres que nunca pasan de moda. No importa cuántas veces las prepares, siempre hay algo especial en el momento en que el aroma del chocolate recién horneado llena la cocina. Es ese olor que te transporta a la infancia, que te hace pensar en tardes tranquilas, en una merienda

con un vaso de leche o en compartir algo dulce con quien más quieres.


Esta receta es sencilla, deliciosa y tiene el equilibrio perfecto entre el crujiente de los bordes y el interior tierno y jugoso que tanto caracteriza a las mejores galletas del mundo.


Lo más bonito de hacer cookies caseras es que no necesitas ser un experto en repostería para que salgan bien. Con ingredientes básicos y unos cuantos trucos, puedes lograr un resultado espectacular. En Cocina Joven, siempre apostamos por ese tipo de recetas: fáciles, rápidas y con resultados que sorprenden. Y estas galletas son la definición perfecta de eso. La masa se prepara en pocos minutos, no requiere utensilios complicados y, una vez horneadas, se conservan perfectamente varios días (si es que duran tanto sin comérselas antes).


Una buena cookie de chocolate tiene que tener ese contraste de texturas irresistible: una capa exterior ligeramente dorada y crujiente, y un centro tierno, casi derretido, que se funde con los trocitos de chocolate al morderla. Para conseguir ese equilibrio, es fundamental respetar algunos pasos clave. Por ejemplo, enfriar la masa antes de hornear ayuda a que las galletas mantengan su forma y no se expandan demasiado. También es importante usar una mezcla de azúcar blanco y azúcar moreno, porque el moreno aporta humedad y un toque acaramelado que marca la diferencia.


Otro secreto está en la mantequilla. Debe estar a temperatura ambiente o ligeramente derretida, pero nunca caliente. De esa forma se integra mejor con el azúcar y crea esa textura densa y suave que hace que las cookies queden perfectas. Y si quieres darles un toque gourmet, puedes usar mantequilla tostada (brown butter), que aporta un aroma a nuez irresistible y un sabor más profundo.


Las chips de chocolate son, por supuesto, las protagonistas. Puedes usar chocolate con leche, negro o incluso blanco, dependiendo de tu gusto. Una buena combinación es mezclar dos tipos, por ejemplo, mitad chips de chocolate negro y mitad con leche, para que cada bocado sea diferente. También puedes trocear una tableta de chocolate en lugar de usar chips: los trozos grandes se derriten de forma irregular y crean ese efecto casero tan apetecible.


Aunque la receta original es un clásico, las variaciones son infinitas. Puedes añadir nueces, almendras, avellanas o incluso trocitos de coco si te apetece algo distinto. Hay quienes añaden una pizca de canela o una cucharadita de café soluble para intensificar el sabor del cacao. Y si te gusta el contraste dulce-salado, prueba a espolvorear un poco de sal marina gruesa justo antes de hornearlas: realza el sabor del chocolate y da un toque gourmet espectacular.


Una de las cosas que más valoramos en Cocina Joven es el equilibrio entre el placer de comer bien y el cuidado personal. Y aunque estas cookies no son “fit” en el sentido estricto, sí puedes hacer versiones más ligeras si lo deseas. Sustituye parte de la mantequilla por puré de plátano o compota de manzana, usa harina integral o avena molida en lugar de harina blanca, o reduce la cantidad de azúcar. Así tendrás unas cookies más saludables pero igual de deliciosas.


El proceso de preparación es sencillo y muy gratificante. Primero, mezclas los ingredientes secos por un lado (harina, levadura, sal y maicena), y por otro, los húmedos (mantequilla, azúcares, huevo y vainilla). Luego los unes poco a poco hasta obtener una masa homogénea. El toque final: añadir las chips de chocolate y mezclar con suavidad. Una vez lista, la masa necesita reposar al menos una hora en la nevera para que los sabores se integren y las galletas mantengan su forma al hornearse. Este paso es clave para lograr esa textura perfecta.


El momento del horneado es pura magia. Ver cómo la masa se expande lentamente y los trocitos de chocolate comienzan a derretirse es casi hipnótico. La cocina se llena de un aroma que nadie puede resistir. Lo ideal es hornearlas entre 10 y 12 minutos, hasta que los bordes estén dorados pero el centro aún se vea blando. No te preocupes si parecen algo crudas al sacarlas: se endurecen ligeramente al enfriar, quedando en su punto justo.


El resultado son unas cookies doradas, crujientes por fuera y suaves por dentro, con un sabor a mantequilla y chocolate que te hará repetir una y otra vez. Además, se conservan muy bien en un recipiente hermético durante varios días, y si las calientas unos segundos en el microondas antes de comerlas, recuperan esa textura de recién hechas que tanto gusta.


Estas galletas son perfectas para cualquier ocasión: un desayuno especial, una merienda con amigos, un regalo casero o simplemente para disfrutar cuando te apetezca algo dulce. También puedes convertirlas en un postre más elaborado: sírvelas con una bola de helado de vainilla, acompáñalas con un poco de sirope de chocolate o úsalas como base para hacer un sandwich helado casero. Las posibilidades son infinitas.


Además, preparar cookies tiene un componente emocional muy bonito. Es una receta que une generaciones: padres, hijos y abuelos las han hecho alguna vez. Hornearlas en casa crea recuerdos, y eso es parte de lo que hace especial a la cocina. Cada vez que las preparas, no solo haces galletas: estás creando momentos.


Otra cosa que hace que estas cookies destaquen es su aspecto. Cuando están bien horneadas, tienen ese color dorado con chispas de chocolate fundido que invita a probarlas al instante. Si quieres que te queden con ese acabado de revista, puedes guardar unas cuantas chips de chocolate y colocarlas por encima justo antes de meterlas al horno. Así se verán aún más apetitosas cuando salgan.


Si te gusta experimentar, puedes probar con diferentes tipos de harina: espelta, avena o incluso harina de almendra para una versión sin gluten. También puedes sustituir el azúcar por eritritol o panela si prefieres opciones más naturales. Lo bueno de esta receta es que siempre puedes adaptarla a tu gusto sin perder su esencia.


Y por supuesto, no podía faltar un pequeño truco extra: si quieres que tus cookies de chocolate sean aún más irresistibles, prueba a refrigerar la masa toda la noche. Cuanto más tiempo repose, más concentrado será el sabor y mejor será la textura. Es un pequeño detalle que marca una gran diferencia.


En definitiva, estas cookies de chocolate caseras son todo lo que una receta de galletas debería ser: fáciles, irresistibles, y con ese toque casero que no se puede imitar. No necesitan ingredientes exóticos ni técnicas complicadas, solo un poco de tiempo, cariño y muchas ganas de disfrutar. Son el tipo de receta que representa perfectamente el espíritu de Cocina Joven: comida hecha en casa, con sabor, con alma y con el toque justo de indulgencia que todos merecemos de vez en cuando.


Hacerlas una vez es suficiente para que se conviertan en un clásico en tu casa. Y lo mejor es que puedes personalizarlas cada vez, cambiando algo o probando nuevas combinaciones. Es imposible cansarse de ellas, porque cada hornada es una pequeña celebración.


¿Listo para probarlas? 👇Todas las recetas incluyen su información nutricional al final, para que disfrutes conociendo lo que comes.



INGREDIENTES:


· 170g de chips de chocolate

· 75g de azúcar blanco

· 100g de azúcar moreno

· 1 huevo

· 1 chorrito de esencia de vainilla

· 225g de harina

· Sal

· 115g de mantequilla

· 1 cucharada de maicena

· 1 cucharada de levadura



ELABORACIÓN:


1- En un recipiente mezclamos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar hasta tener una mezcla homogénea.


2- A continuación, agregamos el huevo junto a la esencia de vainilla y seguimos mezclando.


3- Seguimos con los ingredientes secos. Tamizamos la harina, la maicena y añadimos una pizca de sal. Incorporamos hasta tener la masa lista.


4- Añadimos los chips de chocolate y seguimos mezclando.


5- Formamos bolas de unos 40 gramos. Antes de hornear es recomendable dejarlas en la nevera 1 hora o en el congelador 10 minutos. Precalentamos también el horno a 185º con calor arriba y abajo.


6- Ya frías las bolas, metemos la bandeja al horno con papel vegetal con las bolas separadas y sin aplastar durante unos 14 minutos.


7- Una vez listas las dejamos enfriar y ya podremos disfrutar nuestras:



INFORMACIÓN NUTRICIONAL:

Por galleta

  • Calorías: 139 kcal

  • Proteínas: 1.7 g

  • Carbohidratos: 19 g

  • Grasas: 6.2 g






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